CAPITULO 3.

"Lo bueno o lo malo referente a lo que preferimos hacer son términos muy confusos. 

-Bueno: es lo que consideramos que nos hace bien. 

-Malo: es lo que consideramos que nos puede perjudicar. 

"Todo esto tiene que ver con la cuestión de la libertad, que es el asunto del que se ocupa propiamente la ética. Libertad es poder decir si o no; lo hago o no lo hago, digan lo que digan mis jefes o lo demás; esto me conviene y lo quiero, aquello no me conviene y no lo quiero. Libertad es decidir, y darte cuenta de que estas decidiendo. Lo más opuesto a dejarse llevar. 

Nunca una acción es buena sólo por se una orden, una costumbre o un capricho. Nadie puede ser libre en mi lugar, es decir: nadie puede dispensarme de elegir y de buscar por si mismo. Luego hay que hacerse adulto, es decir, capaz de inventar en cierto modo la propia vida y no simplemente de vivir la que otros han inventado para uno. 

La palabra moral etimológicamente tiene que ver con las costumbres, pues eso precisamente es lo que significa la voz latina y también con las órdenes, pues la mayoría de los preceptos morales suena así como debes “hacer tal cosa” o “ni se te ocurra hacer la otra”, que pueden ser malas o sea “inmorales”. Si queremos profundizar en la moral de verdad, si queremos aprender en serio como emplear bien la libertad que tenemos, mas vale dejarse de órdenes, costumbres y caprichos. Lo primero que hay que dejar claro es que la ética de un hombre libre nada tiene que ver con los castigos ni los premios repartidos por la autoridad que sea, autoridad humana o divina, para el caso es igual. 

Moral es el conjunto de comportamientos y normas que se suelen aceptar como válidos; ética es la reflexión sobre por qué los consideramos válidos y la comparación con otras morales que tienen personas diferentes. 

Soy en el buen sentido de la palabra bueno… Se refiere a que, en muchos casos, llamarle a uno bueno no indica mas que docilidad, tendencia a no llevar la contraria o a no causar problemas; para otros bueno… significa ser resignado y paciente, pero otros llamarán bueno a la persona emprendedora, original, que no se acobarda a la hora de decir lo que piensa aunque pueda molestar a alguien. 

No es sencillo decir cuando un ser humano es bueno, porque cuando se considera a los humanos en general, la cosa no está tan clara, porque no hay un único reglamento para ser buen humano ni el hombre es instrumento para conseguir nada. Uno es bueno a su modo y depende de las intenciones que muevan a cada uno. 

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